fui a buscar el rostro perdido de
mi destino,
flotando en petalos de amapola
estaba mi diosa,
con la belleza que en un segundo
de imperfeccion a la deidad se le escapo,
coronandola la mas bella creacion de Dios,
mis lagrimas color purpura caian en el vacio
infinito de un universo nuevo y paralelo
y en todas sus repeticiones,
el eco de mis te amo se escribian en las paredes
humedas de las nubes que la protegian
de los misterios ocultos en el oscuro
espacio increado,
la luz de la oscuridad reflejaba su inefable
belleza,
transmutando mis sentimientos humanos
a la categoria de un dios,
no hubo un segundo que mi corazon
dejara de latir,
ni silencio que no pronunciara su nombre,
no hubo celula de mi cuerpo que no manifestara
sociego,
ni organo que no se enamorara de nuevo,
no hubo gritos, ni secretos,
ni preludios, ni sinfonias,
porque nuestras esencias se envolvian
en su propio nectar,
amandose de adentro hacia afuera,
no habian aves, ni naturaleza
porque nuestro encuentro estaba repleto
de sentimientos puros y perfectos,
solo estaban nuestras etereas partes
y nuestras partes en materia,
compartiendo siglos ,
derramando versos y cortejos,
humedades y esencias en campos magneticos,
atomos y moleculas ionizadas en su propio OM,
y una cena servida donde solo habia un invitado
para hacer de este nuevo ritual,
el canto de la diosa escrito en un poema,
el roce de dos almas gemelas,
y el ying y el yang de dos luces gritandose
sus nombres.