He dejado escapar el dulce sonido de la ironía
el último minuto en una relación simbiótica
todo parece fortalecer la red que compone mi esencia
aquella música que escogí para que definiera mi existencia, suena profundamente en mis aguas estancadas
La piel que cubre los aguas donde
será que el tiempo se sintió doblegado
por el poder y la resolución
el libro que ha recorrido los mismos espacios que mis recuerdos
abre sus hojas en un repetido acertijo
y en los números que dominan mi destino
Trato de no pensar que es un juego
de probabilidades o una estadística
mal construida
el sueño de todo mortal es llegar a encontrarse con si mismo
y no juzgarse porque perdería el juicio
dónde no existen jurados
ni abogados defensores
es allí donde comprendes que solo tu
tienes la llave que abre el cofre
que contiene tu historia
la lees y entiendes que la brisa y el viento es lo mismo
que el río y el mar desembocan en un solo lugar
que el cielo y el infierno es solo una ficción, o unas palabras que nunca serán verbos
que las lágrimas no solo se liberan cuando estás triste
y que son saladas porque contienen alguna sal que las proporciona esa propiedad
nada, absolutamente nada es predecible, así como tampoco las casualidades que al final no existen
vivimos en un mundo donde todavía no tenemos la certeza de quien lo creo
y mucho menos de nuestra procedencia
un lugar donde existe lo bueno y lo no bueno con el mismo traje
pero tenemos por derecho de supervivencia creer en algo
sea superior o inferior
porque la dicotomía no escapa de la atmósfera circundante y los alrededores
por eso hoy me acostaré temprano
sin dogmas y superticiones
sere como estoy construido
humano con defectos y virtudes
sin modelos a seguir
tratando de ser lo más auténtico posible
sin perjudicar al resto
buenas noches
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