He dejado de escribirle al amor
una pared de concreto imaginaria no me permite ver al otro lado del cielo
Los ojos se han cerrado como la cortina que cae al terminar la obra
los claveles a las amapolas han perdido
su perfume
el sol usa un antifaz para evitar ser reconocido
incapaz de terminarse una copa de vino
tinto
porque no piensa en celebrar su luz
porque la guardo en el cuarto más oscuro del final de los tiempos
a lo lejos aparece una frase
acompañada de una orquesta sinfónica
vive y deja morir
pero la vida y la muerte se visten con el mismo traje para confundir mis anhelos
y mis sueños dormidos en la cama
de la lujuria abandonada
la pluma ya no deja fluir su tinta
dejando vacío las hojas blancas
que esperaban ser marchitadas
por los versos y cuartetas
que deberían apoderarse de mí inspiración
descansaré en alguna llanura
me vestire de naturaleza
Para tratar de despertar
en un poema ortodoxo
y regresar a la luz de las letras.
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