Las raices se quedan en la tierra donde se sembraron
se pudren como todo aquello
que pasa por el tiempo
cuando un pintor plasma su obra sobre el lienzo
y alguien no aparece allí
cuando llega la noche y pasan las nubes
por la ventana de la vida
y amanece de nuevo
solo tenemos un nuevo hoy
y aquella obra del pintor conserva
la misma escena
nada cambia
cuando duermas y sueñes
acuérdate que eso te pertenece
pero los sueños del exterior nunca serán tuyos
la tierra donde pisaste cuando niño
no es donde las raices se hicieron fuertes
las olas no arrastran solo arena
también tapan agujeros que alguna vez
pensaste que eran una salida del nuevo
sol en una juventud que se perdió
en las manos de tu propio creador
no creas que fue la providencia
ni el destino escrito
solo el interior y las entrañas lo saben
pero nunca se toma el tiempo de leer
aquella historia que aquel pintor plasmó
dónde no estabas tu
eso quedó grabado en lienzo
y en el universo construido por tu paso
en la existencia
Pero lo que no fue está condenado
a no ser
porque la estructura de la conciencia
no cambia
los sueños son una representación
de viajes astrales
pero la casa de una estrella distante
jamás será tu casa
creer no es absurdo
pero se puede traducir en ficción
la realidad es mucho más hipnótica
que los sueños de un extraño
porque eso somos en este infinito universo
solo pequeños extraños que alguna vez
compartimos un espacio
y lo llenamos de aire inerte
que tiende a desaparecer con el paso de los años.
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