Dime tiempo cuan perfumado está tu último minuto
si las flores mueren cansadas del intenso verano
no veas a través de las paredes
del final de los tiempos
solo imagínate que la próxima montaña
que se pierde en su soledad
y el peso del viento no caerá sobre tus hombros
ve la vida con los ojos de un gato
son siete según la perfección
aunque el once te lleve a la tierra prometida
siente el murmullo del trueno
que se revela ante el rayo que se ríe
de tu ignorancia
de la lluvia que se escapa de su propio sudor
sin saber que su desnudez es la llave
que nutre los sueños de la sequía
deja correr tu alma hacia el cielo más cercano a tu pensamiento menos elaborado
el ciclo entre la nostalgia y las tinieblas
es el rio que pierde su cauce
por la nueva civilización
no dejes que el momento atrapado
en la red del pescador incensato
se convierta en una moneda de cambio
sin valor en la cena sagrada
vive sin mirar hacia atrás
eso no sirve para reconstruir
la pesada carga que se perdió
al eliminar los pecados que nunca te pertenecieron
respira profundo, recuerda lo que no puedes recordar
así tú tiempo se pondrá el traje del predicador
que perdió sus lágrimas por llorar
en un infierno frío y rocoso
cuyo dios cambio sus vestiduras
para no poder ser reconocido
confundiendose con la bondad loca y desquiciada de los cuentos mal escritos
tomas las alas de la libertad
y nunca regreses donde las dictaduras
parecen ser eternas
y las religiones ejércitos de manipulaciones
y si sientes el perfume del último minuto
huye con el
detrás de aquella pared
esta el mundo que te mereces.










