a traves de mi perfume
que dejara sus ojos descansando
en el firmamento que mis pensamientos
pintaron en el cuadro de su existencia,
me sente en aquella aurora
donde el sol reflejaba su inefable belleza
para reclamarle al Supremo Hacedor
porque utilizo mi libre albedrio
para no ser juzgado
por tocar la guitarra al aire libre
y esparcir mis deseos mas ocultos,
me atrevi a separar mi alma de mi cuerpo
y que ella lo obligara a volar
viera lo que cada noche
antes que los sueños regresen
de la taberna embriagados de alusinaciones
la realidad de un planeta invertido,
me sente en un grano de arena
a esperar que hirieras mi corazon
para comparar la grandeza de tu religiosa
espiritualidad
con el dolor de estar un segundo sin ti