El tiempo pasa
nada detiene lo que tiene que ser
hay deterioro y grietas
instrumentos de muerte y poesía de eternidad
belleza que no envejece,
el sexo y la virginidad van por caminos contrarios
pero siempre desembocan en la misma cama
la carne y el roce desencadenan
la disolución del permiso
y lo permitido
el olor a rosas extranjeras
y la vanidad del santo
se acuestan y se pierde entre sabanas y lujuriosas notas de música
celestial
miras hacia atrás y ves la tormenta
que algunas vez estrecio los cimientos de la santidad mal entendida
no preguntas nombres ,ni direcciones,
solo se queda el perfume a humedad y el sudor de un calor interno que se ha liberado
de prejuicios y juicios sin concluir,
el cristal se empaña, el pudor duerme una siesta
y todo regresa al origen normal de lo natural.
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