Antes de que cayera el telón
mis ojos escuchaban la música de su alma
mis oídos visualizaban su inefable belleza
mi boca recorría el camino hacia la libertad espiritual
y mi piel se acostaba en el aroma
perpetuo de su esencia
para cerrar un nuevo ciclo
de amor y paz en el regazo
de sus pechos de epitafio
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